La Confederación General del Trabajo, CGT, vuelve a poner de manifiesto el terrible y lastimoso problema que se origina en altamar a raíz de ese inmenso drama de nuestros días que se da en llamar inmigración ilegal (y seguimos sin entender por qué es “ilegal” tratar de sobrevivir y no morirse de hambre), mediante la consecuente denuncia pública: es ahora cuando cabe comunicar la increíble noticia de un nuevo recorte de personal dentro del ámbito de actuación del Salvamento Marítimo, la institución formada por hombres y mujeres del mar que arriesgan sus vidas con tal de salvar las de otros de manera tan generosa como profesional. Un nuevo desprecio a tal espíritu de entrega se hace patente desde la administración del estado, que pretende reducir al mínimo exigido la dotación humana destinada a la  institución marítima de salvamento, ya que según la propia administración tiene previsto, desde este próximo lunes primero de marzo solamente contará con treinta y ocho trabajadores para cubrir un flanco total de seiscientos kilómetros de litoral; la oportunidad para el desastre está servida de esta manera, y no solamente porque no se cuenten con los medios humanos necesarios para atender cualquier eventualidad, sino porque el propio esfuerzo por abarcar más de lo que se puede pone el peligro las propias vidas de los trabajadores y trabajadoras implicados: el riesgo de perder vidas humanas de manera inútil y ridícula se vuelve doble.

     Desde nuestra organización sindical queremos hacer nuestra la voz general de los compañeros y compañeras de CGT para redundar, en la medida en que se pueda y con la esperanza de hacer variar unas posiciones tan insostenibles cuales son las de los recortes sin sentido (esos que se ejercen donde menos hacen falta) llamando la atención en cuanto a la necesidad de seguir atendiendo el flujo migratorio que se da en la frontera sur de Europa.

Salvamento Marítimo 2

     Ya en ocasiones anteriores, nuestra organización sindical se hizo eco de los problemas que Salvamento Marítimo presenta como instrumento de primer orden para algo tan fundamental como salvar vidas en altamar. Y, mucho nos tememos, seguiremos haciéndolo hasta que la inteligencia y los esfuerzos por hacer bien las cosas se impongan; no se puede reducir la plantilla profesional de una ayuda que, en tiempo real y sin ningún tipo de reservas, rescata seres humanos de una muerte segura en los tiempos actuales, donde desgraciadamente las desigualdades con el Tercer Mundo garantizan que el flujo migratorio de seres humanos va a continuar sin solución de continuidad hacia las costas europeas. Y es por ello que necesitamos que las personas que atienden tan delicada y sublime labor estén bien atendidas, tanto desde el punto de vista de las condiciones laborales como desde el de las condiciones técnicas: cuando un profesional se ve obligado (¡obligado!) por el ejercicio sin remedio de una irresponsabilidad por parte de la autoridad correspondiente sólo cabe la denuncia y la exigencia de rectificación.

     Es por ello que, uniéndonos solidariamente a aquellos y aquellas que ponen en peligro sus propias vidas para traer a puerto, sanas y salvas, las de otros con tanta generosidad y esfuerzo, queremos denunciar esta inconsistente e irresponsable  maniobra de recorte (¡treinta y ocho personas para seiscientos kilómetros de costa! Pero… ¿se han vuelto locos?) que va a padecer Salvamento Marítimo en próximos días.

 

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