Desde el pasado lunes, día 21 del presente mes de Junio, los trabajadores y trabajadoras del Grupo BOLUDA que operan en el puerto de la capital de la provincia han comenzado una huelga que, de no mediar solución en estos días, continuará inexorablemente hasta el próximo jueves, día 24. Y, claro está, se prolongará a fechas posteriores si la situación no sufre enmienda por parte de la responsabilidad correspondiente. Las razones más inmediatas para este conflicto hay que buscarlas en los incompatibles puntos de vista que empresa y personal sostienen con respecto a temas tales como los remolcadores no tripulados, y en importantes asuntos técnicos como la disponibilidad de las plantillas operativas dentro de la estructura de servicio localizada en el mencionado puerto gaditano.
Pero quizá la expresión máxima del desencuentro entre empresa y plantilla haya estado en la firma por parte de BOLUDA y la Autoridad Portuaria correspondiente al puerto gaditano del pliego de condiciones que regirá las actividad de los empleados en dicho puerto andaluz, condiciones calificadas como “inaceptablemente abusivas” por parte de los representantes sindicales, que se afirman en su mensaje: hay que empezar a temer por los puestos de trabajo en un futuro inmediato dadas las características del marco general de este pliego firmado entre ambas instituciones, y que según la opinión sindical consultada ”la relación de prestador de servicio del Grupo Boluda con la Autoridad Portuaria establecida en dicho pliego necesariamente va a traer como consecuencia menos medios humanos y materiales”, lo que implicará, a su vez, no sólo una gran desventaja de cara a la estabilidad laboral de las plantillas, sino también una gran inseguridad en el desarrollo de los trabajos.
El comienzo del conflicto ha estado netamente marcado por el carácter pacífico y exclusivamente sindical del mismo: los trabajadores, tripulantes de las distintas dotaciones, han marchado de forma ordenada y tranquila (desplegando un gran ejemplo de serenidad y calma) desde el lugar de atraque de sus correspondientes embarcaciones hasta las oficinas de la Autoridad Portuaria. Allí, haciendo gala del mismo sentido de la responsabilidad manifestado en durante la marcha, han solicitado una entrevista con el director de la Autoridad Portuaria con el fin de poner en claro ciertos aspectos de los servicios mínimos decretados, que abarcan más del 75 % de los servicios y prestaciones realizados en el puerto de Cádiz, y que los trabajadores y trabajadoras del mismo consideran descaradamente abusivos por parte de la autoridad que los ha impuesto. El recorte del derecho a la huelga que se detecta con claridad en esta imposición, completamente fuera de lógica, (derecho a la huelga clara y absolutamente reconocido en nuestro marco legal actual) ya ha provocado que algunas voces reclamen la declaración de huelga indefinida como respuesta a tamaño despropósito.
La pandemia que todos y todas estamos padeciendo está originando un profundo cambio a muchos niveles. Algunos de estos cambios son comprensibles y hasta incondicionalmente necesarios, pero ello no es excusa para que se den situaciones como ésta que describimos en el presente artículo. Las administraciones y las organizaciones empresariales deben demostrar el mismo sentido del esfuerzo que todos los demás colectivos ciudadanos hemos llevado a cabo para la pronta normalización de la situación social a todos los niveles que, afortunadamente, ya se vislumbra. Pero ello no significa que los distintos colectivos de trabajadores y trabajadoras vayamos a permitir el abuso y la búsqueda de beneficios empresariales a costa de un bien tan preciado como es el del trabajo y, mucho menos, el de la seguridad en la ejecución de nuestros compromisos y actividades laborales, a costa de utilizar la situación pandémica como excusa.
Nuestra familias no se merecen eso. Nosotros y nosotras NO lo vamos a consentir… Ni ahora ni nunca.
¡¡¡SALUD!!!
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